Por: Yenny Delgado
Comenzando con la llegada de Colón en 1492, los reinos europeos aterrorizaron al continente americano, reduciendo y controlando a la población original a través del asesinato y la propagación de enfermedades nuevas en el continente. América fue dividida por unos pocos reinos: España, Portugal, Francia e Inglaterra. Como si fuera un pastel.
El terror, la expropiación y la colonización de América se dieron en base a una ideología de supremacía blanca y deseos de tener no sólo tierra sino riqueza. A pesar de que la gran mayoría de los migrantes europeos escapaban de la pobreza y la opresión de un sistema feudal al llegar a América, asumieron un manto de superioridad y ejecutaron las peores maldades, las cuales Dios ha sido testigo a cabalidad a lo largo de la historia de la humanidad.
Esta ideología de la supremacía blanca se construyó en base de que el robo, el genocidio y el esclavismo era totalmente justificado. Los individuos no blancos debían ser sujetados por un grupo superior, afectando drásticamente toda relación humana.
En todo el continente, los europeos secuestraron y esclavizaron no sólo a la población nativa americana, sino que también esclavizaron africanos que fueron transportados por el Atlántico de manera inhumana para luego ser vendidos en diferentes puertos del continente.
Durante siglos se saqueó una cantidad de riqueza sin precedentes que transformó a Europa en una de las regiones más avanzadas y prósperas del mundo, mientras que al mismo tiempo con la independencia de América se construyen nuevos gobiernos que decidieron mantenerse en el poder con la misma ideología de superioridad, así tenemos a Estados Unidos, Canadá, República Dominicana, Cuba, México, Brasil, Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, entre otros países. La población nativa americana quedó despojada de su tierra y la población africana sin justicia tras cientos de años de trabajo forzado y sin remuneración. Otros fueron lo que se beneficiaron de su trabajo.
Durante los últimos años, los descendientes de la población africana han buscado mantener viva su historia, su lucha por la abolición de la esclavitud y por ser aceptados en las nuevas repúblicas ha sido constante. Por otro lado, la población nativa americana y sus descendientes en lugar de unir fuerzas y levantarse contra la opresión, muchos han aceptado el término “latino” y han decidido voltear la cara cuando ocurre la discriminación por el color de su piel, demostrando que el blanco tiene un lugar privilegiado en el país por ser los libertadores, forjadores de la republica y dejando sepultada la maldad con la que ejercieron su supremacía.
Debemos reconocer honestamente que nuestras comunidades han sido impactadas por la ideología supremacista blanca. En las formas en que nos han enseñado a buscar nuestras raíces europeas y sepultar las raíces de nuestros ancestros, con las cuales muchos hemos crecido, siempre prefiriendo tener una piel más clara y unos rasgos perfilados, anhelando siempre parecernos más al colonizador europeo.
En Estados Unidos, los blancos que hablan español o portugués aún reciben beneficios estructurales de la misma ideología supremacista blanca. Específicamente, reciben protección policial, mejores escuelas y mejores trabajos, al igual que los blancos que hablan inglés.
El hecho de que el primer idioma de alguien sea el español o el portugués, no significa que el individuo no practique ni se beneficie de la ideología supremacista blanca. Vivimos bajo el mismo sistema y tenemos un trabajo pendiente por hacer.Conocer nuestra historia nos debe ayudar a comprender que:
-La ideología de la supremacía blanca se impuso e implementó en todas las colonias europeas. A pesar de la independencia, las nuevas repúblicas continuaron regulando la vida basada en el color de piel.
-La lucha de la población afrodescendiente desde que fueron raptados en África y luego vendidos como una propiedad en las colonias americanas siguen clamando por justicia.
-La población originaria de América y sus descendientes aún luchan por ser tratados como ciudadanos, con los mismos derechos y oportunidades. La colonización todavía causa dolor.
-Los descendientes de europeos que emigraron al continente americano, sea que hablen español, portugués, francés o inglés siguen creyéndose superiores en comparación a la población nativa y afrodescendiente. La población considerada blanca en América tienen en común el mismo “pecado original” heredado de sus ancestros colonizadores por 527 años.
Es hora de quitar la estatua de la “conquista” y desmantelar la ideología supremacista blanca de raíz. A medida que el mundo se despierta de la época de la colonia, también debemos usar este momento de reflexión para completar nuestra liberación y reclamar la opresión sistémica y la discriminación basada en el color de la piel. Esta lucha debe ser continental.
Reconocer ésta dolorosa historia permitirá construir un futuro diferente, por lo cual los errores del pasado deben corregirse y permitir un cambio estructural de las leyes que la sostienen. El primer paso está ahora en las calles con miles de jóvenes pidiendo justicia.
Published by